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La noche del 14 F fue toda una cita con Jesucristo, el Amor, Camino, Verdad y Vida.
Adoración, Eucaristía, catequesis, testimonio, evangelización…
A continuación un par de testimonios de asistentes ilustrarán lo que se vivió:
Fernando
Casi al principio, Víctor y yo estábamos en la puerta de la Iglesia junto a las mesas de información, cuando vi a una joven que se acercaba e iba directamente a coger una vela para llevársela al Santísimo, intente ofrecerle alguna de las hojas que repartíamos para invitar al acto y ella me dijo, no, si yo ya tengo, me dejo un poco sorprendido y me dijo, es que vengo a darle gracias al Señor, porque el año pasado pasaba por aquí y alguien de vosotros se acerco a mí y me hablo de lo que estabais haciendo y de que estaba expuesto el Santísimo en adoración, me dio todas las cosas que ofrecíais y me invito a entrar para darle gracias a Dios y hacerle alguna petición. Y hoy vengo a darle las gracias porque lo que le pedí se ha cumplido. Le pedí que me diera un novio y ahora tengo un novio del que estoy muy enamorada y sé que Él es el que me lo ha dado. No la pregunte nada más y la deje que fuera a dejar su ofrenda.
Yo me quede maravillado de ver como Dios había actuado, de que nosotros sin saberlo habíamos sido el instrumento del que Dios se había valido para hacer aquel milagro. Sentí que El señor me mandaba un mensaje de fortaleza y fe en la misión y arrancamos nuestra andadura de Evangelización.
Luego estuvimos andando y ofreciendo las invitaciones y regalando los regalos que llevábamos. Unos no nos hacían caso, otros tenían mucha prisa y casi ni se paraban y otros nos los aceptaban y se quedaban sorprendidos con el tipo de papeles que les dábamos y se iban contentos con el regalo para leerlo y hacerlo cuando llegaran a sus casas, pero parecía que no éramos capaces de atraer a nadie a la Iglesia. Ya estábamos algo lejos de Buen Suceso y había una chica sentada en un banco con los auriculares puestos. La ofrecimos una invitación y le explicamos lo que estábamos haciendo.
Nos dijo que ella no creía, que había llegado hasta hacer la primera comunión, pero que ya no iba a misa, como diciendo esto no es para mí porque ya no creo.
La ofrecimos el papel del termómetro del amor y pareció interesarle, novedoso. La explicamos un poco como funcionaba. Su cara empezaba a transformarse de un poco pasota y escéptica a mostrar un poco de interés. Luego le dimos el papel del camino del perdón y también se lo explicamos un poco y después la dijimos: Ya para finalizar te vamos a dar el regalo más importante que traemos, y sacamos del bolsillo una palabrita de Jesús. Pero que sepas, que hoy Dios, por medio de nosotros, ha venido para dartela a ti, porque Él te va a hablar de esta manera al corazón, solo a ti, porque Dios te AMA mucho y tiene algo que decirte. Cuando lo leas sabrás porque.
Su cara cada vez era más expresiva y se iba notando como su corazón se ablandaba y se abría, para recibir más, se la veía en la cara que quería más.
La dije, yo también en un momento de mi vida estaba como tú, alejado de Dios, pero un día como hoy algo cambio en mi vida, porque Él se manifestó, como si me hablará y me invito a acercarme a Él. Porque durante mucho tiempo parecía que estaba escondido. Dios, sabes, juega a veces un poco al escondite y porque quiere que le busquemos para encontrarle, para descubrirle y para eso solo nos pide que le abramos un poco el corazón y que le digamos como la Virgen María, SI, porque con una pequeña apertura de nuestro corazón, Él luego lo va haciendo todo. Dios está deseando que le conozcas más, porque solo conociéndole le podemos descubrir y amar.
Te invitamos a que le busques y te vuelvas a encontrar con Él, porque lleva mucho tiempo queriendo saber de ti, queriendo que le vuelvas a hablar. Porque Él te AMA tanto, tanto, que es capaz de hacer todo lo necesario, con tal de que te vuelvas a encontrarte con Él. Como traernos hoy aquí para hablarte de Él y que tu corazón vuelva a latir fuerte y a encenderse al oírnos hablar de Jesús.
Ah, una cosa muy importante, si quieres que Jesús vuelva a entra en tu corazón y te vaya trasformando poco a poco, es necesario que recorras el camino del perdón y te confieses, porque Jesús necesita corazones limpios y en gracia para poder entrar más profundamente y actuar en ti.
Luego lee los evangelios, que es la palabra de Dios que nos habla de Jesús, para que le conozcas mas, porque conociéndole y comprendiéndole, le podremos amar más y mejor y Él así también nos irá transformando en quien Él quiere que seamos de verdad. Y si por alguna razón ves a alguna persona que dice que es cristiana pero que no actúa como tal, no te fijes en ella, porque en quien de verdad nos tenemos que figar y seguir es en Jesucristo.
Durante todo este rato ella escuchaba atentamente, con agrado y agradecimiento. Sus ojos estaban luminosos. Luego le dimos la palabrita de Jesús y la dijimos que estaría toda la noche la Iglesia abierta con el Santísimo expuesto, y que si quería podía ir a darle las gracias o a pedirle algo que necesitara. Ella nos dijo que estaba esperando a alguien y que igual más tarde iría, pero que muchas gracias, que le había gustado y que nadie le había hablado así de Dios. Nos despedimos y nos fuimos otra vez hacia la iglesia.
No sabemos lo que sucedió después, si fue o no fue. Nosotros solo dejamos una semilla puesta, y puede ser que, igual que la chica de la primera experiencia, el año que viene nos la volvamos a encontrar en la iglesia del Buen Suceso, dándole las gracias al Señor, por ese encuentro que tuvo un 14 de febrero de 2020 que le ha cambiado la vida.
Fernando Antolín 15-02-2020
Víctor
Buenas tardes
Ha sido mi primera labor de evangelización desde hace bastantes años, y la que mas me ha impactado-gustado.
Estuve un momento en la Adoración y de pronto salí afuera, como si el Señor me quisiera en la entrada. Estuve hasta que salisteis todos en disponibilidad de recibir a quienes quisieran entrar. Saludé a muchos hermanos en la fe. También a jóvenes que se acercaban y nos dieron la enhorabuena por lo bonita que había quedado la decoración de la entrada a la parroquia. Invité a todos a entrar, algunos entraron, otros dijeron que no porque tenían prisa.
El caso es que vi acercarse a un chico. Le saludé pero no habló mucho. Estuvo observando y leyendo todo lo que teníamos puesto (por ejemplo el “Test del Amor”). Leyó los carteles, me parece que cogió una Palabra del Señor (no estoy del todo seguro). Entró también un momento a saludar al Señor y se fue. Como no me dijo nada estuve rezando por él. El caso que me dio la sensación de que en ese momento necesitaba al Señor. No sé por qué, pero lo necesitaba. Así que le pedí a Dios que le guiase y ayudase.
Después estuve evangelizando junto a Fernando Antolín. Como él dice, muchos no hacían caso, otros tenían prisa. Pero algunos nos escucharon y entablamos un diálogo con ellos. La chica que llevaba los cascos y dijo que no era creyente pero que hizo la Primera Comunión me impactó mucho. Fue bastante maja, nos escuchó con atención y aceptó los regalos y enseñanzas. Tengo también la sensación de que se apartó del Señor por algo, pero que podría ser que vuelva de nuevo a la Iglesia. Por como escuchaba, como nos hablaba sobre su visión de la fe, y del amor, con serenidad y empatía, se la ve no creyente pero quizá mas cercana a la fe de lo que ella piensa.
Recé también por ella, y por todos los que nos íbamos encontrando. Incluso por una chica que nos respondió con un sonoro “NO”, como si nos mandase a “freír espárragos”. Le pedí al Señor que la bendijera (es algo que pido por todos, para que los guíe, les cuide y les convierta) y recé brevemente.
También hablamos brevemente con un grupo de jóvenes que estaban tomando algo en la mesa de un bar. No se si eran creyentes o no, quizá alguno si. Pero también nos escucharon atentamente y con respeto.
Lo que mas me llama la atención de todo esto es algo que ocurrió el día anterior. Estuve conversando con un taxista al volver a casa y me comentaba como cada persona, de un bando político u otro, de una religión o de otra, del país que sea… en realidad somos mas parecidos de lo que creemos. Tenemos nuestros anhelos y nuestras tristezas. Y por eso hay que hablar con todos, escuchándoles con paciencia, dándole un apoyo en la medida de lo posible. Siempre me he identificado con este modo de ser, de evangelizar, de ayudar. No soy mas que nadie, ni menos que nadie. Pero soy uno de esos que van por el mundo observando, contemplando, reflexionando y sacando mis propias conclusiones. Creo que se puede hacer mucho bien. Podemos hacer mucho bien. Como diría San Francisco de Asís ¡Comencemos hermanos!
Víctor C. Bustillo 15-02-2020
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