Un día al mes se invita a los grupos de matrimonios a un rato de encuentro e intimidad con Cristo Sacramentado.
Viernes 26 de febrero, 21:15-22:15.
Templo parroquial
Habrá confesiones durante la celebración.
También tienes la posibilidad de verlo por Buensu Visión.
¡VENID, ADORADORES!
SAN JUAN PABLO II
«La Eucaristía es un tesoro inestimable; no sólo su celebración, sino también estar ante Ella fuera de la Misa, nos da la posibilidad de llegar al manantial mismo de la gracia. Una comunidad cristiana que quiera ser más capaz de contemplar el Rostro de Cristo ha de desarrollar también este aspecto del culto eucarístico, en el que se prolongan y multiplican los frutos de la comunión del Cuerpo y Sangre del Señor».
BENEDICTO XVI
«En el momento de la adoración todos estamos al mismo nivel, de rodillas ante el Sacramento del amor. El sacerdocio común y el ministerial se encuentran unidos en el culto eucarístico. Estar todos en silencio prolongado ante el Señor presente en su Sacramento es una de las experiencias más auténticas de nuestro ser Iglesia. Comunión y contemplación no se pueden separar, van juntas»
FRANCISCO
«Adorar es ir a lo esencial: es el camino para desintoxicarse de muchas cosas inútiles, de adicciones que anestesian el corazón y adormecen la mente. Adorar significa hacer un éxodo de la mayor esclavitud, la de uno mismo. Adorar es poner al Señor en el centro para que no estar centrados en nosotros mismos. Adorar es traer vida al Señor permitiéndole entrar en nuestras vidas. Es hacer que descienda su consuelo al mundo y dejarnos impregnar por su ternura. Adorar es hacerse pequeño en presencia del Altísimo, descubrir ante Él que la grandeza de la vida no consiste en tener, sino en amar. Al adorar le damos al Señor la posibilidad de transformarnos con su amor, de iluminar nuestras tinieblas, de darnos fuerza en la debilidad y valor en las pruebas.
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