El derribo
En enero del año 1975 comenzó el derribo de la iglesia del Buen Suceso en la calle de la Princesa. Al año siguiente el enorme y valioso solar salió a subasta pública y, a pesar de las protestas, en 1977 la Gerencia de Urbanismo concedió las licencias de construcción.
Un barrio en transformación
La calle de la Princesa se iba transformando, poblando de centros comerciales, grandes hoteles y modernos altos edificios, poco quedaba de los palacetes y jardines que ocupaban la calle y sus alrededores a principios del siglo XX.
Sobre el solar se construyó el edificio actual, conjunto de viviendas y oficinas que incluye la pequeña iglesia. De los muchos pisos y locales construidos una parte quedó en poder del Patronato del Buen Suceso, perteneciente a Patrimonio.
Una iglesia singular
El exterior de la iglesia es muy simple, únicamente rematado con un cubo oscuro en la parte superior con una cruz. Su interior, aunque también es muy sencillo, esconde más tesoros. La planta octogonal, de diez metros cada lado, está iluminada con vidrieras modernas. Destaca el techo artesonado de madera, con decoración en el centro de cada casetón.
A la izquierda una tribuna alberga el órgano, el tercer órgano del Buen Suceso. La iglesia anterior, de Ortiz de Villajos, heredó el de la Puerta del Sol, que no fue sustituido por otro hasta el reinado de Alfonso XII, quedando instalado en 1879. Pero éste nuevo fue destruido en la guerra civil, de forma que en los años 40 se creó uno nuevo, a su vez heredado por la nueva y moderna parroquia.
A la derecha se encuentra la capilla del Sacramento, en forma de trapecio, junto a otro espacio circular iluminado por una luz cenital sobre la pila bautismal de piedra.
De la época anterior también se conserva el ambón o atril para leer o cantar en las funciones litúrgicas, construido a finales del siglo XIX. Es de alabastro, con fuste dorado procedente del antiguo altar, y pie de mármol rosa pulimentado.
La Virgen de siempre
La imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso, venerada por los vecinos del barrio de Argüelles en la calle de la Princesa, es la misma que fue encontrada por los hermanos obregones en una cueva a principios del siglo XVII, y que estuvo en la Puerta del Sol hasta que la primera iglesia fue demolida en el siglo XIX.
Se trata de una imagen de vestir, tallada en madera de ciprés. Mide 53 centímetros, los brazos están articulados, y las manos pintadas de color carne, en la izquierda sostiene al Niño, que mide unos once centímetros, y en la derecha un cetro. El camarín en el que se encuentra desde los años 60 es el retablo de bronce, construido a finales del siglo XIX para el altar mayor del anterior templo.
Aparte de cuestiones religiosas, hay muchos motivos para animarnos a visitar esta iglesia en pleno barrio de Arguelles.
En este enlace puedes encontrar además la historia de la primitiva iglesia y hospital del Buen Suceso